El héroe, de David Rubín

A las cinco y poco del 10 de noviembre David Rubín se bajaba del taxi que lo había dejado a la puerta de la Biblioteca El Carmel - Juan Marsé. A partir de allí no le dejamos prácticamente ni un momento de respiro. Le enseñamos brevemente la biblioteca y observó divertido unas guías que habíamos preparado con sus obras. 

Después, en la sección de cómics de la biblioteca, grabamos una entrevista con vistas a publicarla en el Bibarnabloc. Las preguntas fueron, por ejemplo: ¿qué significó "El Héroe" profesionalmente para ti?, ¿cómo es trabajar para el mercado norteamericano? Y en la parte final nos contó cosas sobre su nuevo libro que aparecerá el 18 de noviembre ("Gran Hotel Abismo", con guión de Marcos Prior y publicado por Astiberri). Respondió sinceramente, comentó que con "El Héroe" se profesionalizó del todo y que además le abrió la puerta de las editoriales independientes del mercado americano, en vez de a sueldo de Marvel o DC, que era lo más normal hasta entonces. Con "Gran Hotel Abismo" se mete de lleno en una historia de ciencia-ficción que es un reflejo de la situación actual, en la que quizás solo hace falta que una persona se levante para que prenda la mecha y las cosas empiecen a cambiar de verdad, o a mejorar al menos. No ahorró críticas ni palabras gruesas sobre la situación actual y los políticos.

Después de la entrevista hicimos un pequeño receso en el bar de la biblioteca, allí firmó algunos ejemplares de sus cómics a los trabajadores. A esa mesa se sumó —y también le tocó firmar— Marcos Prior, que venía como público. Cuando tocaron las siete fuimos a la sala de actos de la biblioteca, era el momento.

Las sillas puestas en círculo al poco rato se mostraron insuficientes para ir acogiendo la gente que fue llegando. Además de comentar cosas sobre "El Héroe" y el próximo "Gran Hotel Abismo", los asistentes —tanto miembros del Club de lectura que se habían leído "El Héroe" junto con "300" de Frank Miller, como público en general— pudieron hacer a David Rubín todas las preguntas que quisieron. Nadie se quedó sin respuesta, desde “¿de dónde le salen las ideas?” hasta “¿qué representa trabajar para el mercado norteamericano?” o “¿cómo ve el mercado de cómics nacional?”. Rubín contó que lo mejor es que las ideas le pillen trabajando y que el mercado americano le da una seguridad económica que le permite cada dos-tres años publicar algo original en el mercado español. Un poco por militancia pero también para predicar con el ejemplo: un mercado maduro de cómics necesita material original y no publicar tan solo traducciones.

La charla terminó con una mención a la colaboración de Mensa España para la organización del evento y un fuerte aplauso para David, que dedicó pacientemente todos los cómics que los asistentes le pusieron por delante, incansable y con una sonrisa para todos.