Haciendo funcionar máquinas con la mente.
Hace algo más de un mes se celebró #PintofScience, una atractiva forma de llevar la ciencia a los bares que no consigue llevar la ciencia a todos si no que a los que nos gusta la ciencia, ese día vamos al bar sí o sí. Los mensistas fuimos en masa aunque repartidos por todas las ciudades que participaron.
Hace algo más de un mes se celebró #PintofScience, una atractiva forma de llevar la ciencia a los bares que no consigue llevar la ciencia a todos si no que a los que nos gusta la ciencia, ese día vamos al bar sí o sí. Los mensistas fuimos en masa aunque repartidos por todas las ciudades que participaron.
En Murcia acudimos a una charla titulada “Interfaces Cerebro-ordenador. El movimiento se demuestra... Pensando“, impartida por
Germán Rodríguez
Coordinador de Investigación del Centro Universitario de la Defensa de San Javier y nos comentó que los sistemas interfaz ordenador-cerebro o Brain Computer Interface BCI comunican directamente el cerebro humano con un ordenador. En un principio su aplicación estaba orientada a proporcionar un medio de comunicación o movimiento a personas con graves discapacidades neurofisiológicas, pero actualmente se han encontrado otros campos tanto en el ámbito de la medicina como en del entretenimiento.
El futuro parece encaminado hacia sistemas BCI en más campos de los que nos imaginamos y ya están saliendo al mercado productos basados en nuestra actividad cerebral.
Con un casco provisto de sensores para medir las ondas cerebrales y ubicarlas en nuestro cerebro, un ordenador aprende cuando queremos elecciones simples como derecha, izquierda, claramente diferenciadas en la actividad cerebral según el hemisferio en el que se produce. Una vez realizado el entrenamiento y teniendo el ordenador nuestros parámetros obtenidos pasamos a realizar la prueba consistente en mandar mensajes al ordenador para ir a la derecha hasta un punto establecido, retomar el movimiento a un segundo punto más a la derecha y regresar al primer punto con movimiento a la izquierda.
Desde el principio mostramos claramente una tendencia a la izquierda con lo que comenzar el movimiento fue realmente difícil y no solo eso, cuando conseguías llegar un poco a la derecha, comenzaba a mandar la tendencia a la izquierda y nos volvía al punto de partida. Lo realizamos dos veces mejorando el resultado anterior llegando hasta el primer punto establecido. Luego realizamos una prueba para unir los parámetros y se movería en caso de coincidir claramente la orden de los dos.
Aunque es una experiencia nueva nos llevamos un cierto sabor de frustración de la que amablemente intentaron disuadirnos diciendo que lo normal son muchas horas de entrenamiento. En conclusión yo saco que debemos tener mucho ruido en el cerebro. ¿Qué me centre en una cosa? Si me puedo centrar en ocho. :